lunes, 4 de junio de 2012

Sinceridad

Hace tiempo que quería escribir sobre cómo me siento, porque, a decir verdad, hacía mucho que no me sentaba cara a cara con mis sentimientos para ponernos al día. Llevo una temporada muy triste y agobiada, tensa, con mucha ansiedad, quizás borde... Sólo quizás. No me había parado a pensar hasta que punto puedo esconderme de lo que siento, día tras día para que la gente no me pregunte, para que no se note, para que ni siquiera yo me lo note. Siempre pongo excusas: que si la primavera, que si el trabajo, que si me agobia vivir con mis padres... Son todo patéticas excusas, que al principio me he tragado hasta yo, ahora no se las traga nadie. Ya no duermo en condiciones por las noches, a ratos tengo ganas de dejar de existir... Y todo, por una persona a la que he convertido el centro de mi vida, sin merecérselo ahora, porque cuando empecé a hacerlo, se lo merecía todo y más. ¿Puede tirarse por la borda todo un año de buenos momentos (bueno, también los ha habido malos, pero los he ido obviando, porque me parecía mejor ser feliz que no serlo) por algo que sólo te anestesia momentáneamente? Desde luego que se puede. Yo desde luego he visto como la persona a la que más quiero en éste mundo lo ha hecho. Ha tirado por la borda un año de buenos momentos y de mucho amor, y me ha tirado a mí también. Es cierto que no me gusta hablar de mis relaciones así tan abiertamente, pero es que ha llegado un punto en que o lo hago, o hablo o continúo llorando por las esquinas como lo he hecho hasta ahora. No me cabe más dolor y más tristeza en el pecho; me desborda. Me siento desbordada, tonta, inútil, fea, estúpida, gilipollas, crédula, poca cosa... Me siento de todo menos una persona merecedora de respeto. Y mucho menos merecedera de amor. Sé que vosotros, los que lo leáis, si es que alguien lee los desvaríos de ésta mujercilla loca y tonta, pensaréis que no es para tanto, que me autocompadezco y blablabla... Pues sí, me autocompadezco y por primera vez me jacto de ello, porque nadie siente lástima por mí, nadie siente lástima por una mujer como yo. Ni siquiera yo he sentido lástima de mí misma durante mucho tiempo. He ido perdiendo mi esencia con cada hombre que ha pasado por mi lado, y ha llegado un punto en que ni yo misma sé quien soy. Es triste, pero cierto. Estoy cansada de todo, a veces me gustaría desaparecer y no permanecer en el recuerdo de nadie. Empezar una nueva vida... Yo que sé, lo que sea con tal de no sentir más tristeza dentro de mí, que está acabando conmigo...

No hay comentarios: